Jurassic Park

(Notas previas: 1) el post está escrito hace ya muchos años, por lo que cuando leáis expresiones como "esta semana" no se refieren realmente al presente, pero he querido dejarlas tal cual... Al final descubriréis por qué; 2) no es obligatorio abrir y leer los enlaces introducidos en el texto, sólo es para el que quiera saber más)




¿Habéis visto esta peli?
Es la primera de una saga cuya cuarta entrega os sonará más: Jurassic World (2015). El primero de estos largometrajes ganó 3 Oscars y recaudó cerca de 1000 millones de dolares. El film podríamos clasificarlo dentro del género cinematográfico de ciencia-ficción. La historia tiene como punto de partida un parque en el que un grupo de científicos han conseguido clonar dinosaurios (de ahí el nombre Parque Jurásico, periodo en el que vivieron los dinosaurios). Aunque al comienzo de este curso nos hubiera parecido muy disparatado, vosotros ya conocéis en qué parte de ciencia descansa el argumento: clonación reproductiva de animales, aunque eso sí, ¡de animales ya extinguidos! La parte de ficción es precisamente esa: ¿cómo conseguir muestras celulares de dinosaurio con su ADN intacto después de 65 millones de años? Hasta hoy lo que se sabía es que el ADN es un material muy sensible, que a Tª ambiente es atacado con facilidad por enzimas ADNasas que cortan las moléculas de ADN en miles de fragmentos. Para evitar la actividad de las enzimas habría que congelar la muestra, pero la congelación forma cristales de hielo que igualmente dañan el ADN. En el laboratorio esto se puede evitar siguiendo un protocolo (procedimiento especial) de congelación que evita la formación de estos cristales (antes de que las células se congelen hay que usar crioprotectores). Pero hace millones de años no existían los laboratorios…

¿Y por qué esta entrada?
Esta semana un grupo de investigadores japoneses liderados por Teruhiko Wakayama ha publicado un artículo en la prestigiosa revista científica Proceedings of the National Academy of Sciencies (PNAS). En este artículo describen cómo han logrado crear clones de ratones que estuvieron congelados 16 años sin seguir ningún procedimiento especial. Al parecer, los propios contenidos de algunas de las células (especialmente las del tejido neural) crean un ambiente adecuado que previene la formación de dichos cristales (harían el papel de crioprotectores naturales). Por lo tanto, si tuviéramos muestras de alguna especie extinguida que hubiese sido congelada de forma natural y permaneciera así hasta nuestros días podríamos plantearnos devolverla a la vida sobre la tierra. Esa especie existe. En julio de 2007, científicos rusos descubrieron el cuerpo de una cría de mamut congelada durante cerca de 40 mil años en la región Yamalo-Nenetsk del Ártico. Así pues la sugerencia es clara: buscar algunas células del mamut con ADN intacto que sirviera para su clonación. Aunque no hay que ocultar que esta técnica sería un paso más complicada, ya que no contamos con óvulos de mamut, ni menos aún con un útero de mamut en el que implantar el posible embrión. De todos modos, se podría intentar con óvulos y úteros de elefante, la especie actual más cercana al mamut. De hecho, en 2004 se publicó un trabajo en el que científicos estadounidenses clonaron una especie distinta de vaca utilizando óvulos y úteros de vaca.

Quizá sea la hora de soñar con la clonación del mamut y… quien sabe si algún día también con la de los dinosaurios. Las aportaciones científicas se van sumando. Y la ficción que ideó Michael Crichton en su Parque Jurásico hoy da un paso más hacia la ciencia.

A Michael Crichton, padre de Parque Jurásico (y de otras muchas exitosas obras) que murió por cáncer ¡el mismo día 4 de noviembre de 2008! en el que salía a luz esta noticia. Descanse en paz.





1 comentario:

Anónimo dijo...

descansa en pas..